Cuatro pajes muy sonrientes acompañaron ayer a Papá Noel por las clases de infantil, primero y segundo. Los niños estuvieron muy contentos y eufóricos y le hicieron infinidad de preguntas que contestó con mucha simpatía.
Nos contó que había dejado sus renos en el castillo y Henar dijo que eso era imposible porque su mamá trabaja allí y se lo habría comentado. Entonces Papá Noel le dijo que él conoce un pasadizo secreto del castillo donde descansan sus renos en sus visitas a Monzón.
Julia, de primero, le preguntó si era verdad que se iba a jubilar porque lo había escuchado en la tele, y él le dijo que de eso ni hablar, que llevaba más de cuatrocientos años trabajando y se encontraba en plena forma física.
También nos dijo que uno de sus renos se le había comido los guantes y que necesitaba unos nuevos con urgencia. Ranem le ofreció los suyos.
Y nos habló de su reno Rodolfo que con su nariz roja como la grana ilumina el camino que ha de seguir hasta llegar a todas las casas.
Les pidió a los niños que fueran buenos y obedientes con sus padres y profesores y que se coman la comida saludable que les ponen en el plato. Entonces, Samuel le dijo a Papá Noel que también tenemos que ser solidarios y pensar en aquellos que no tienen comida ni regalos.
Claudia, comprobó que Papá Noel supiera exactamente cuál era su dirección para que no se olvidara de pasar por su casa.
Pasamos una mañana muy entrañable con esta visita tan especial.